La transposición de la nueva normativa sobre servicios de pago llega a su fecha límite y las autoridades españolas tienen que decidir, entre otras cosas, si se establece un sandbox dentro de las fronteras de su sistema financiero.

Tras una breve introducción a lo que es un sandbox, en este post vamos a exponer algunos argumentos por los que, en nuestra opinión, un sandbox no es una buena solución, ni siquiera a corto plazo.

Por qué los sandbox no son una buena solución para el sector fintech

 

¿Qué es un sandbox?

Un territorio donde se conceden licencias provisionales y temporales a determinadas fintech para que, bajo el control del supervisor y con una actividad limitada, puedan probar sus servicios en el mercado antes de incurrir en los enormes costes de organización y capital.

Londres ya implementó un sandbox en 2014, mientras que Singapur y Suiza lo incluyeron en sus propuestas de modernización financiera en 2016.

 

¿Por qué un sandbox no es una buena práctica?

1.- Porque distorsiona la competencia que unas entidades tengan unas ventajas u oportunidades frente a otras, y la regulación debe permitir la libre competencia.

2.- Porque favorece la innovación financiera en unos lugares geográficos frente a otros.

  • ¿Dónde se localizaría el sandbox? ¿En Madrid y Barcelona?
  • ¿Y por qué no en Alicante o en Vigo?

La regulación no debe favorecer a unas regiones frente a otras.

3.- Porque es un elemento de arbitrariedad y tenemos muy malas experiencias recientes relacionadas con la arbitrariedad.

  • ¿Quién podría acceder al sandbox?
  • ¿Cuántas entidades?
  • ¿Bajo qué criterios?
  • ¿QUIÉN DECIDE LAS ENTIDADES QUE ACCEDEN AL SANDBOX?

4.- Porque el supervisor no debe asesorar a nadie. El gestor gestiona y el supervisor supervisa.

  • ¿Qué pasa si una entidad asesorada por el supervisor está mal gestionada?
  • ¿Hasta dónde alcanzaría la responsabilidad del supervisor?
  • ¿Conflictos de intereses?
  • ¿Tiene recursos el supervisor para asesorar a 1.000 entidades?
  • ¿Qué se entiende por “nuevas actividades financieras”?

Banco de España, regulador financiero

 

¿Hay alternativas al sandbox?

Bajo la condición de que, en ningún caso, una entidad puede estar exenta de cumplir con la normativa de acceso y ejercicio de una actividad financiera (control del supervisor), algunas propuestas como alternativas a un sandbox son las siguientes:

1.- Que los requisitos de autorización sean sencillos, muy claros y que se adapten de forma dinámica y gradual al perfil de riesgos asumido y gestionado por cada fintech.

2.- Un procedimiento de autorización y revocación exprés, para que, en el plazo máximo de 1 mes, una fintech pueda conceder o tenga que salir del mercado sin dañar la estabilidad financiera.

3.- Que sea el propio sector el que ayude a la incorporación o el desarrollo de nuevas startups financieras. Por ejemplo, aportándoles solvencia a cambio de innovación.

 

Conclusión

La normativa financiera debería ser muy clara y sin excepciones, sin “lagunas” por donde puedan “colarse” actividades y un arbitraje regulatorio que escape a la supervisión.

Que España tenga una normativa moderna y dinámica que favorezca la innovación financiera y sea un destino atractivo para las Fintech de todo el mundo debería ser una prioridad tanto para el legislador como para el supervisor financiero.

Bajo esta premisa, toda España debería ser un sandbox, entendido como un territorio donde las startups financieras puedan acceder al mercado de una forma ágil y eficaz, pero con autorización administrativa y sujeta a supervisión, disciplina de mercado y auto-regulación, los principales mecanismos de estabilidad financiera.

 

Fuente: Opinión del Observatorio Fintech a la Consulta Pública previa al Anteproyecto de Ley de servicios de pago.

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