A esa “reunión secreta”, celebrada el 11 de abril en las oficinas de Nasdaq en Times Square, Nueva York, asistieron, según Bloomberg, más de 100 ejecutivos de algunas de las instituciones financieras más importantes del mundo, entre ellas, Nasdaq, Citigroup, Visa, Fidelity, Fiserv o Pfizer. La convocatoria fue organizada por Chain, una startup creada para tratar de remodelar el sistema financiero y que, al parecer, podría estar a punto de lograrlo. El motivo de la reunión: hacer una demostración de un nuevo software revolucionario, basado en la tecnología blockchain, que podría transformar por completo el sistema financiero actual.
Al parecer, el nuevo sistema ideado por Chain es capaz de transformar dólares estadounidenses en activos digitales puros, permitiendo así, ejecutar y liquidar transacciones al instante.
El potencial de la tecnología ha cautivado a los ejecutivos de Wall Street, porque, al acelerar las transacciones, permite liberar miles de millones de dólares. En la actualidad, las transacciones pueden tardar días en completarse y, mientras tanto, el capital implicado en ellas, permanece inmovilizado. Con el nuevo sistema de Chain, en cambio, las transacciones pasarían a ser prácticamente instantáneas y, por lo tanto, todo ese capital dejaría de estar inmovilizado y se podría utilizar en otras operaciones.
Sin embargo, para que esto sea posible es necesario transformar el efectivo en dinero digital.
La startup, con sede en san Francisco, conocida principalmente en Wall Street por su proyecto para ayudar a Nasdaq a cambiar su comercio de acciones privadas en una blockchain, aprovechó la convocatoria de la reunión para presentar también a los asistentes su nueva plataforma blockchain de código abierto, denominada Chain Open Standard. Según el CEO de Chain, Adam Ludwin, poner en marcha una blockchain puede ser muy complicado y no está al alcance de cualquier empresa. El objetivo de esta plataforma, según él, es ofrecer a sus clientes la posibilidad de diseñar fácilmente soluciones blockchain a medida, sobre la base de lo que ellos han construido e impulsar, así, la adopción generalizada de la tecnología blockchain en las empresas.
La tecnología blockchain se dio a conocer inicialmente como la base tecnológica sobre la que se sustenta la famosa moneda virtual Bicoin y consiste en una especie de cadena de bloques pública en la que se almacenan todas las operaciones realizadas con dicha moneda y que han sido verificadas previamente por los propios usuarios de la comunidad Bitcoin. En definitiva, es una especie de “libro mayor distribuido” que no puede ser alterado.
Las grandes novedades revolucionarias de esta tecnología son, fundamentalmente dos:
1. Que se pueden realizar operaciones de forma anónima, escapando al control de los gobiernos.
2. Que desaparecen los intermediarios, dado que son los propios usuarios de la comunidad quienes verifican cada transacción antes de registrarla en la blockchain. Esto elimina de la ecuación a los bancos y otras empresas financieras que durante años han obtenido importantes beneficios encargándose de esta labor.
En general, los participantes tradicionales de los mercados financieros no han visto con buenos ojos la nueva criptomoneda Bitcoin, pero sí han sabido apreciar el enorme potencial que podía tener la tecnología blockchain para el sector. De ahí que muchos de ellos se pusieran a trabajar en sus propias blockchains en los últimos años.
Un ejemplo es de la iniciativa puesta en marcha por la startup R3 CEV, respaldada por algunos de los principales bancos de todo el mundo; o la del Banco de Rusia, que ha creado un grupo de trabajo para estudiar la tecnología blockchain.
El nuevo sistema de Chain podría ser la solución definitiva que todos buscan y dar lugar a ese mundo futuro sin dinero en efectivo ansiado por gobiernos y bancos.
No obstante, el secretismo de la reunión ha despertado cierta desconfianza en algunos sectores. ¿Por qué una presentación a puerta cerrada si se trata de un producto tan fantástico?
Según el CEO de Chain el evento se mantuvo en secreto únicamente para que los ejecutivos pudieran compartir libremente sus ideas incipientes y asumir riesgos.
“Cuanta más prensa, menor capacidad de diálogo y de toma de decisiones”, señaló Ludwin para Bloomberg.
Otros en cambio, consideran que si no se realizó el anuncio a bombo y platillo es porque el producto podría tener algo que esconder o bien que hay algo que no nos están contando.
Para muchos, la simple idea de un mundo sin dinero en efectivo resulta alarmante, para otros, es evolución. En cualquier caso, en Europa ya se está poniendo en práctica.
En países como Suecia y Dinamarca se están eliminando progresivamente los cajeros automáticos. El motivo es que en Suecia el 95% de todas las transacciones de venta al por menor se realizan ya sin dinero en efectivo; y en Dinamarca fuentes oficiales del gobierno han anunciado que pretenden acabar con el dinero en efectivo antes de 2030. Y otros países como España, Francia o Italia han prohibido ya el uso de dinero en efectivo en transacciones por encima de determinadas cantidades de dinero.
Los intereses de las distintas partes que están promoviendo el cambio son evidentes. La eliminación del dinero en efectivo proporcionaría a los gobiernos una mayor capacidad de supervisión y les permitiría, según ellos, evitar el fraude; y los bancos esperan ganar clientes y manejar un volumen aún mayor de negocio.
En cuanto a los ciudadanos, seguramente, ganarían en comodidad y rapidez.
En cualquier caso, dejando al margen si el cambio será positivo o no para la sociedad en general, es evidente que hay una clara tendencia hacia esta transformación y el nuevo producto de Chain podría acelerar este cambio.
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