Aunque en realidad no llame tanto atención de los consumidores como los modelos de iPhone 6 y Apple Watch, el nuevo sistema de pagos por móvil de Apple, denominado Apple Pay, podría llegar a ser uno de los productos más importantes que la compañía ha puesto en marcha en años.
Según el New York Times, los bancos parecen ansiosos porque los pagos inalámbricos despeguen finalmente y ven a Apple como el tipo de compañía capaz de hacerlo realidad.
Ventajas de la asociación de los bancos norteamericanos con Apple
1. La seguridad de Apple, menores costes para los bancos.
A pesar de que los bancos aceptaron cobrar unas tasas más bajas por las transacciones de Apple Pay, podrían compensar esta pérdida de ingresos si se produce un aumento significativo en el volumen de las transacciones, a medida que más consumidores empiecen a utilizar Apple Pay. Además, en un futuro, las medidas de seguridad que Apple ha incorporado en sus sistema de pagos también podrían ayudar a los bancos a ahorrar dinero, al reducir los costes por fraude que tienen otros métodos.
2. Mantener su relevancia y cuota de mercado en el ecosistema de pagos.
Asociarse con Apple también ayuda a las instituciones financieras a mantener su relevancia y a defender su papel en el ecosistema de pagos, dado que deben hacer frente a la competencia de otras empresas e incluso a los comerciantes que tratan de reemplazar las redes de tarjetas.
Pese a estas dos ventajas quizás los bancos incrementen su dependencia de Apple, algo que la compañia ha tratado de fijar incluso desde los inicios a efectos de evitar que sus comeptidores como Google tuvieran la oportunidad de insmicuise.
La negociacion de Apple con los bancos, una muy sigilosa colaboración
El Times también ofrece algunos detalles interesantes acerca de las negociaciones entre Apple y los bancos y otras instituciones financieras.
El fabricante del iPhone inició las conversaciones formales sobre el nuevo sistema de pago en enero de 2013, insistiendo en que se mantuviera un absoluto secreto sobre el proyecto; y los bancos nortamericanos custodiaron la información a la perfección.
Las filtraciones sobre el NFC del iPhone 6 dieron indicaciones bastante detalladas sobre el hardware del dispositivo y originaron diversas especulaciones acerca de la entrada de Apple en el negocio de los pagos por móvil.
Sin embargo, el nombre de producto –Apple Pay– no se filtró antes del evento e incluso los bancos lo desconocían. Por otra parte, los bancos ni siquiera sabían qué tipo de dispositivos serían compatibles con el nuevo sistema de pago, por lo que tuvieron que dejar espacios en blanco en los materiales de publicidad a la espera del anuncio de Apple.
En JPMorgan, sólo unas 100 de las 300 personas que trabajan en Apple Pay sabían, realmente, que Apple era el socio para el que estaban trabajando. Y Visa optó por utilizar el nombre de «otra empresa de electrónica de consumo» en lugar de Apple para aquellos empleados que no formaban parte del proyecto; finalmente, el equipo de Apple Pay de Visa ascendió a cerca de 1.000 empleados.
Mientras tanto, Apple utilizó nombres en clave a nivel interno para referirse a los bancos e instituciones financieras con las que estaba colaborando, con el fin de evitar filtraciones; y no desveló, a ninguno de los bancos con los que trabajaba, los nombres de los otros bancos que participaban en la iniciativa.
En definitiva, parece una negociación muy bien llevada por Apple. Y pese a los beneficios potenciales para los bancos, a largo plazo el gran beneficiario de esta operación tiene un sólo nombre: Apple.
Puesta en marcha de Apple pay en Europa y en China
La compañía ya está negociando la puesta en marcha de Apple Pay en Europa y, en un futuro, el servicio debería estar disponible también en China.
La noticia fue ampliada a partir de la fuente original: http://bgr.com/2014/09/15/apple-pay-mobile-payments-banks/
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